Comenzó el otoño y con ello se da paso al horario de invierno.Aunque a primera vista, pareciera que ganamos una hora, y que podremos descansar más, lo cierto es que el cambio de horario puede afectar a nuestro organismo.
Las alteraciones que produce el cambio de horario, aunque no llegan a incidir en las estadísticas ni constituyen enfermedades, afectan a individuos y a grupos, especialmente a quienes poseen una estructura poco flexible en lo biológico y en lo emocional, y en particular, a personas que realizan actividades en horarios rígidos.
El cambio de horario puede generar distintos efectos en el organismo, como somnolencia, irritabilidad, dificultades en la atención, concentración y memoria, fatiga, baja en el rendimiento, menor productividad, malestar general, cambios en el estado de ánimo, depresión, trastornos digestivos, aumento de la secreción gástrica, cambios en el apetito y aumento de molestias psicosomáticas. La duración de estos síntomas suele ser autolimitada.
Existe cierto consenso en que la adaptación al horario de invierno ocurre con mayor facilidad y menores problemas en la salud que la instauración al horario de verano. Sin embargo, debe considerarse que el horario de invierno conlleva menos horas de luz, lo cual afecta a muchas personas que muestran predisposición a la ansiedad y depresión.
¿Qué podemos hacer para adaptarnos al horario de invierno y disminuir su impacto la salud?
Debemos ayudar a la autorregulación de nuestro organismo:
- Para ayudar a la adaptación del reloj biológico, evita las siestas y respeta un horario para acostarte y levantarte.
- A su vez reduce el consumo de bebidas estimulantes, como cafeína después de las 18:00 horas. Intenta cenar una comida liviana, libre de grasas y aliños.
- Prefiere actividades relajantes durante la noche, un baño de tina y una buena lectura.
- Para cuidar tus defensas procura dormir al menos 8 horas diarias. Haz ejercicio, aprovecha las tardes de otoño y mantiene una vida sana.
El impacto positivo del cambio de horario en nuestra salud depende de nuestros esfuerzos por responder e intentar adaptarnos a las nuevas circunstancias. En general, si sigues nuestros consejos el organismo tardará una semana en adaptarse a los cambios de horario.
Autora: Ps. Victoria González M.