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Día internacional del Cáncer Infantil: 500 niños y niñas son diagnosticados con cáncer al año en Chile.

Experiencia

Según el Registro Nacional de Cáncer Infantil (Renci), en Chile, entre 490 a 500 niños y niñas son diagnosticados con algún tipo de cáncer al año. Los tres cánceres más comunes son: Leucemia, Tumores del Sistema Nervioso Central y Linfomas. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta enfermedad es una de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo, y aproximadamente, cada año se diagnostican 280.000 niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 19 años.

Los niños y niñas con un diagnóstico oncológico se ven expuestos a diferentes cambios que afectan su recuperación y calidad de vida. La psicóloga de Grupo Cetep, Susana Romero afirma que: “El Plan Nacional de Cáncer señala que la salud de las personas está determinada, en gran parte, por las condiciones sociales en las que viven. Por lo tanto, las circunstancias sociales y económicas tienen un gran impacto durante el transcurso de su vida. Es importante tener presente que el Cáncer Infantil está dentro de las prestaciones AUGE, por lo que el acceso al tratamiento está garantizado a la población en general”.

La Salud Mental y el Cáncer Infantil

El cáncer infantil representa para el paciente y su familia diversos cambios anímicos y sociales. La realidad familiar se ve alterada desde el momento del diagnóstico, y enfrentan diversos cuestionamientos para entender el significado de esta enfermedad y afrontar la “nueva normalidad” entrando a una fase de duelo. “Al pacientito le cambia la vida totalmente. Debe sobrellevar los cambios de alimentación, abandonar las clases regulares, dejar de ver a sus amiguitos/as, restringir las visitas y dejar de visitar lugares públicos tales como el Mall, cine u otros. Se producen cambios en su cuerpo que le harán preguntar qué le ocurre, o porqué tiene esos dolores, o por qué le deben administrar fármacos a través del port-a-cath, preguntas que deben ser respondidas de acuerdo a la etapa del desarrollo en que se encuentre el niño/a” asegura la psicóloga.

Ansiedad, depresión y algunos síntomas del síndrome de estrés postraumático son las principales secuelas psicológicas que pueden generar los tratamientos oncológicos. Estos síntomas pueden ser presentados por el paciente, sus padres, hermanos y familiares. Es una situación que involucra a toda la familia.

Recomendaciones para abordar el tema

Por tal razón, Susana Romero recomienda “Hay un juguete llamado “A la quimio con mi simio” creado por la psicóloga Sophie Traeger, y ha resultado de mucha ayuda psicológica. Esto les permite perder el temor al “Port-a-cath”, por donde administran los fármacos. Es un librito que contiene a un pequeño simio y explica al niño/a en palabras simples el proceso por el que pasa su cuerpo. Lo ideal es que puedan llevarlo a las quimio. Esto les ayuda a entender que lo que están pasando le pasa a otros niños y también a su monito”. De igual manera, señala que “lo más importante es abrir el tema de conversación, no tener miedo a las preguntas y abordarlas con información concreta y verídica. Evadir o dar respuestas del estilo pensamiento mágico puede provocar que el paciente busque informarse con personas que no le entregarán una respuesta adecuada a su edad, o no dirán la verdad, generando más ansiedad”.

Todas las razones mencionadas anteriormente justifican un apoyo psicológico, tanto para el paciente cómo para la familia. Los efectos de los tratamientos contra el cáncer infantil y el impacto que este tiene son una experiencia estresante y potencialmente traumática.