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¿Puede el desconfinamiento empeorar nuestra salud mental?

Experiencia

A partir de esta semana nuestro país iniciará una disminución gradual del confinamiento por coronavirus y se espera que logremos avanzar progresivamente hacia algún tipo de «normalidad». Estas son buenas noticias para la economía y el empleo, y el sentido común indica que estas medidas también deberían ayudar a aliviar los altos niveles de angustia y problemas de salud mental que nuestra comunidad ha estado experimentando durante la pandemia.

Sin embargo, para no pocas personas la idea de reconectarse con el mundo exterior puede ser extremadamente angustiante. Durante el confinamiento la población tuvo que encerrarse en sus casas en tiempo récord, lo que evidentemente implicó un tremendo esfuerzo de adaptación. Las familias -dentro de sus posibilidades- tuvieron que realizar los cambios necesarios en los espacios del hogar, los roles, las responsabilidades, los horarios, entre otros, y acomodarse a esta nueva realidad.

«El desconfinamiento podría resultar muy estresante para las personas, ya que implica un nuevo esfuerzo de adaptación», comentó el Dr. Steven Taylor, profesor del departamento de psiquiatría de la Universidad de Columbia Británica de Canadá, durante una entrevista para la BBC. «La gente tuvo que hacer frente al confinamiento esforzándose por amar estar encerrado, creando algo así como un refugio, para hacer que toda la experiencia fuera un poco más tolerable. Irónicamente, esto podría crear problemas durante el desconfinamiento, porque las personas pueden haberse acostumbrado a su encierro y sentirse angustiadas ante la posibilidad de salir«, sentenció.

Efectivamente, en un estudio realizado en mayo en Australia (Dawel A. y cols.), muchas personas informaron que, a pesar de todo, las restricciones por COVID-19 los beneficiaron de alguna manera. Alrededor de dos tercios de los encuestados enumeraron al menos un impacto positivo, como pasar más tiempo con la familia.

Incluso en algunos países se observó, sorprendentemente, una mejoría de algunos indicadores específicos de salud mental, como en Japón, que experimentó una disminución del 20% en el número de suicidios durante abril de 2020, en comparación con abril de 2019. Sin embargo, se teme que las tasas de suicidio aumenten en relación al desconfinamiento.

Debido a que no hemos experimentado nada parecido a la pandemia de coronavirus en la historia reciente, simplemente no sabemos cómo se adaptará psicológicamente la comunidad a medida que las restricciones disminuyan.

Las personas con ansiedad social, por ejemplo, probablemente experimentarán una mayor angustia por la posibilidad de volver a socializar, pero probablemente no solo serán las personas con una condición de salud mental pre-existente las que se verán afectadas con estos síntomas.

«Después de haber estado en casa por mucho tiempo, puede ser muy extraño salir», dijo a la BBC Nicky Lidbetter, CEO de Anxiety UK, una organización benéfica que apoya a personas con problemas de salud mental en Inglaterra. «Quizás pierdas la confianza para hacer cosas que no has tenido que hacer en mucho tiempo, como usar el transporte público» ejemplificó, «estas situaciones podrían haber sido estresantes desde antes de la pandemia, y tener que volver a ellas después de un largo tiempo podría ser muy desafiante«.

Por otra parte, las personas que temen a los gérmenes, como quiénes sufren de un trastorno obsesivo compulsivo (TOC), podrían angustiarse frente a la posibilidad de ingresar a los espacios públicos. De acuerdo con el ya citado estudio australiano (Dawel A. y cols., may 2020), incluso las personas que previamente no tenían estas dificultades pueden presentar angustia relacionada con la contaminación y el contagio durante el desconfinamiento.

Ya sea que usted haya experimentado ansiedad o no anteriormente, existen varias estrategias de relajación que puede usar para manejar sus preocupaciones en torno al desconfinamiento. La alimentación balanceada, el ejercicio regular y dormir lo suficiente también pueden ayudarle a controlar la ansiedad. Evidentemente lo más importante será buscar ayuda profesional en caso necesario.

A nivel país resultará fundamental recordar que ningún modelo puede predecir perfectamente los complejos impactos de esta pandemia sin precedentes sobre nuestra salud mental. Necesitaremos una recopilación continua de datos para evaluar cómo evolucionará la salud mental de la comunidad durante los próximos meses, y será imperativo ser lo suficientemente eficientes para adaptar los servicios públicos y privados de salud de forma de dar respuesta oportuna a quiénes requieran de apoyo profesional.

Dra. Claudia Barrera Renault
Gerenta General de Grupo Cetep y médico psiquiatra