Menú Mobile

En casa 24/7: Cómo convivir en armonía

Experiencia

La inédita crisis sanitaria nos ha puesto frente a una experiencia sin precedentes: vivir aislados en casa para prevenir el virus y en medio del estrés. ¿Cómo enfrentar la incertidumbre, hacinamiento y aislamiento social?, el psicólogo Ignacio Yáñez, de Centro Médico Cetep, da luces para cuidar las relaciones en este nuevo escenario.

Incertidumbre, ansias, temor, estrés por rutinas de convivencia inéditas. La cuarentena preventiva nos obliga a trabajar y estudiar sin salir de casa, muchas veces en departamentos de reducido espacio donde la pareja debe compartir con hijos en edad escolar, que al igual que los adultos, tienen tareas o trabajos que cumplir de manera online.

Tres factores de estrés

El nuevo escenario de encierro en tiempos de coronavirus es complejo y, con probabilidad, va a afectar la relación de pareja, así como la convivencia familiar.

Así lo advierte el profesional, quien explica que debemos distinguir principalmente tres factores de estrés que se dan en este contexto de cuarentena:

  • Incertidumbre: Ni siquiera las autoridades tienen claro hasta cuándo estaremos amenazados por la pandemia del Covid-19. La falta de certeza es un factor determinante para generar estrés en el hogar. “Es incierto quién o quiénes de tu entorno pueden infectarse, también por cuánto tiempo esteremos expuestos a este riesgo de salud. Otra incertidumbre es el trabajo y la economía, nadie sabe qué va a pasar con la estabilidad laboral que toda persona necesita”, dice Ignacio Yáñez.

Recomendaciones:

  • En el caso de los niños, darles información veraz, simple y entendible para su edad.
  • Para la pareja, es clave exteriorizar lo que sentimos y pensamos, conversar sobre nuestros temores y ansias. La comunicación, entonces, es determinante como herramienta para fortalecer la convivencia. “Es importante expresar y comunicar lo que nos pasa. Mayor irritabilidad, aburrimiento, hastío, deseos de estar solo, son sensaciones que muy probablemente van a surgir y hay que encontrar la manera para expresarlas de una manera adecuada”.
  • Hacinamiento: En Santiago y grandes ciudades, muchas familias viven en pequeños departamentos. Estar día y noche compartiendo jornadas de trabajo, estudio y tareas domésticas en espacios reducidos es otro factor de estrés a considerar. “La falta de espacios nos va a irritar, eso es seguro, la clave es cómo nos organizamos para aminorar este factor de estrés”, propone el psicólogo.

Recomendaciones:

  • Se debe delimitar un espacio individual para cada persona, por pequeño que sea, para que los adultos puedan cumplir con el teletrabajo y los niños con las tareas y guías de estudio online.
  • También se debe delimitar tiempos para el trabajo o estudio, el ocio, labores domésticas y la convivencia familiar.
  • Será oportuno elaborar una pauta con los turnos y horarios de cada miembro de la casa para que organicen sus tareas individuales y las comunes, como el aseo.
  • Aislamiento social: A diferencia de anteriores catástrofes ante las que los chilenos nos reunimos y acompañamos para solidarizar, esta vez el llamado es a aislarse. Un desafío inédito y complejo. “Esto es contracultural, pero es lo que hay que hacer. No es fácil dejar a nuestros abuelos o padres mayores solos en sus casas”, afirma.

Recomendaciones:

  • Reforzar la comunicación por teléfono y redes sociales, es útil para seguir conectados con amigos y familiares que no podemos visitar.
  • Desarrollar dinámicas familiares sencillas, como juegos de mesa, mirar fotos antiguas o hacer pan amasado en lugar de salir a comprarlo ayudan a fortalecer los vínculos.

¿Crisis u oportunidad?

Los diferentes tipos de familia y relaciones afectivas se están poniendo a prueba con el estrés del encierro. Pero la crisis sanitaria que nos obliga a la cuarentena, puede ser asumida como una oportunidad para mejorar la comunicación, compartir roles y tareas en casa. “Si la casa está en orden, con la cooperación de todos, y la familia se organiza para que cada uno tenga su espacio y tiempo, podremos convivir mejor y aminorar el estrés propio del encierro”, concluye Ignacio Yáñez.

Recuerda que a los niños se les debe recordar que este período no son vacaciones, que debemos compartir las tareas domésticas y organizar los tiempos y espacios para todos los miembros de la familia.

Fuente: CruzVerde