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Día de la madre: ¿cuándo nace esta celebración?

Experiencia

Las primeras conmemoraciones del Día de las Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Igualmente los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. La fecha elegida era 15 de marzo en el templo de Cibeles y durante tres días se realizaban ofrendas.

Los católicos transformaron estas celebraciones para honrar a la Virgen María, la madre de Jesús. En el santoral católico, el 8 de diciembre se efectúa la fiesta de la Inmaculada Concepción, fecha que los católicos adoptaron para la celebración del Día de las Madres.

En Estados Unidos, en tanto, esta celebración se remonta hacia comienzos del 1900, cuando una joven estadounidense perdió tempranamente a su madre y luchó por años para que el Gobierno instituyera el día de su fallecimiento como el «El Día de la Madre».

La responsable de la conmemoración, sería, Ana Jarvis originaria de Philadelphia, Pensilvania. La joven quien mantenía un vínculo muy estrecho con su madre, la perdió el 9 de mayo de 1905. Posterior a su muerte, ella sufrió una profunda depresión. Dos años después la mujer apoyada por un grupo de amigos comenzaron una campaña para solicitar a las autoridades que instituyeran una fecha oficial como «El Día de la Madre».

El 10 de mayo de 1908 se realizó un evento masivo para festejar a las mamás, al cual asistieron 407 mujeres en compañía de sus hijos. Ana Jarvis, le regaló un clavel a cada una de las presentes. A partir de 1910, en casi todo Estados Unidos se comenzó a festejar en esa fecha a las madres.

En 1914 el presidente Woodrow Wilson proclamó oficialmente al segundo día del mes de mayo, como el «Día de la Madre». Actualmente más de 40 países festejan a sus madres, en Chile la fecha oficial es el 10 de mayo.

Y si bien, últimamente esta celebración ha tenido un carácter comercial, también es una excusa y oportunidad de celebrar a quienes nos trajeron al mundo, regaloneándolas un poco, tal como ellas lo hacen con sus hijos e hijas.

Desde Cetep queremos celebrar y saludar a todas aquellas que cumplen esta linda labor, con dedicación, paciencia y en especial, con mucho amor.

¡Felicidades!