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La angustia y la depresión están ligadas a situaciones y procesos vinculados a pérdidas

Experiencia

Los procesos profundos de depresión y angustia generan en el primer caso una intensa tristeza y falta de deseo, y en el segundo un sentimiento de peligro y amenaza que paraliza al individuo, afirman los especialistas, quienes destacan que son dos afecciones que en distintos grados vive mucha gente por distintas situaciones personales, en tanto a nivel social se profundiza ante la pérdida del empleo, del grupo de pertenencia, de la falta de reconocimiento.

“La angustia y la ansiedad están más ligado al sentimiento de peligro, y muchas veces no se identifica cual es la amenaza pero el individuo vive en ese estado. La ansiedad ligada a la amenaza tiene que ver con algo que nos sucede y desborda la capacidad de respuesta, eso es la angustia intensa, pero vivir angustia es natural, es esperable que a veces sintamos angustia pero es preocupante cuando es un estado de desborde”, especifica Liliana Hilario, psicoanalista del Centro de Salud mental Ameghino, en el barrio porteño de Palermo.

La angustia aparece muchas veces ligada a “una sensación de opresión, taquicardia, dificultad para respirar, y se confunde con problemas del corazón, de los pulmones, y uno no logra identificar qué le pasa, o tiene una sensación de inquietud, que no puede estar quieto en ningún lugar”, señaló.

En este sentido, precisó que “hay una respuesta primaria que es corporal, y aparecen síntomas como diarrea, descomposturas, dolor estomacal, mareos, contracturas, dolores terribles de cabeza, a veces únicamente hay eso, ni siquiera el sujeto puede identificar que está viviendo una emoción muy intensa y va a la guardia y de especialista en especialista”.

En este sentido, especificó que la ansiedad ligada a la amenaza “tiene que ver con algo que nos sucede y desborda la capacidad de respuesta, eso es la angustia intensa, pero vivir angustia es natural, es esperable que a veces sintamos angustia pero es preocupante cuando es un estado de desborde”, enfatizó.

Añadió que este malestar a la vez puede derivar en fobias sociales que pueden llevar a no querer salir, “es la sensación de que uno se va a morir o algo le va a pasar, pierdes el control, te puede pasar en el trabajo, en la parada del colectivo; son episodios puntuales, que nosotros llamamos ataque de angustia, porque el pánico está relacionado con un objeto determinado, y la angustia con algo inespecífico y desorganizador”.

En tanto, “depresión en sentido amplio es una tristeza muy profunda, falta de deseo, pero cuando pasa a un plano extremo, se trata de situaciones en las que el sujeto se recluye, no puede salir de ese estado, siente un agobio espantoso”, definió la especialista, tras aclarar que hay distintos grados de depresión, y que puede aparecer con síntomas que uno no se da cuenta, como estados de cansancio físico o mental.

La experta destacó que estas vivencias están relacionadas con las pérdidas, y que a nivel social se vincula, por ejemplo, con “el hecho de quedar sin empleo, quedar fuera de un grupo social, no ser reconocido con un salario, con la función que uno cumple; cuando eso cae hay una profunda herida narcisista -que es lo que está ligado a la valoración, a la propia estima y reconocimiento”.

Fuente: Telam