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Día Mundial de la amabilidad: contagiando cordialidad en el trabajo

Experiencia

El 13 de noviembre de cada año se celebra en todo el mundo el Día Mundial de la Amabilidad. Éste se originó en el «Small Kindness Movement», un movimiento iniciado en Japón en los años sesenta, para honrar la amabilidad y poner en valor los pequeños detalles cotidianos.

Esta iniciativa se ha ido extendiendo a otros países con el «World Kindness Movement», a partir de 1997. Y desde entonces las personas y empresas alrededor del mundo celebran la  amabilidad.

Una forma de celebrar y transmitir está en contagiar la amabilidad, generando una “cadena de favores”, es decir, realizar algo amable por otro, esperando que otro lo haga también. Lo anterior, se puede asociar, científicamente, a lo que en neurociencia llaman  “neuronas espejo”, es decir que las personas tenemos la capacidad de reflejar la actividad que observamos en otros, siendo este acto de imitación la base del aprendizaje.

¿Las organizaciones también pueden celebrar esta festividad?  Pilar Zurita, jefa del programa Trabajo Feliz, unidad de Cetep especializada en brindar Asesoría a Empresas con el fin de transformar su cultura organizacional orientándola al Bienestar y la Salud Mental, explica qué “los seres humanos, en lo más profundo, sólo anhelamos amar y ser amados y muchas veces (sino la mayoría) no lo consideramos en el mundo laboral, como si allí no hubiese cabida para las emociones. Sin embargo, todos sabemos que éstas son muy importantes en nuestra vida cotidiana, por ello, generar espacios saludables con relaciones amables y respetuosas (las que nos hacen sentir queridos e importantes), son necesarias para disfrutar lo que hacemos y trabajar feliz”.

Así en las organizaciones pueden reflejar en sus miembros y en su entorno cercano una emoción positiva, generando un círculo virtuoso de amabilidad. Los invitamos a conformar un ambiente laboral y personal lleno de buenas prácticas, logrando mejorar nuestra calidad de vida.