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Psiquiatría Geriátrica: cómo manejar la Salud Mental en los adultos mayores

Experiencia

A inicios del siglo XXI nos vemos enfrentados a cambios en la pirámide demográfica, dentro de lo cual Chile no es la excepción, sino más bien la norma. Cada año aumenta el número de adultos mayores de 60 años, a la vez que disminuye el índice de natalidad.

Con esto, obviamente varían las necesidades físicas y mentales,  siendo los adultos de la tercera edad policonsultantes – es decir al que acude en varias oportunidades en demanda de atención por distintos síntomas- en nuestros servicios de salud.

Existen una serie de patologías psiquiátricas que comienzan a presentarse a esta edad, como las demencias, y otras que aumentan en prevalencia, como los trastornos del ánimo, los duelos, el delirium y los trastornos de ansiedad.

En Chile la depresión mayor tiene  una prevalencia del  9 % en la población general, y en la población mayor de 65 años los síntomas depresivos pueden estar presentes hasta en un 27%. Sin embargo, no siempre se diagnostican, ya que existe una mayor tolerancia a los síntomas en personas mayores, considerándose casi normal que padezcan de polisintomatología, que estén más lentos y sean menos felices. Por lo demás los síntomas depresivos no siempre configuran  un síndrome clínico completo, lo que dificulta aún más su pesquisa.

A todo lo anterior se debe agregar que en este período de la vida de las personas existe un mayor uso y abuso de medicamentos, siendo éstos a veces la causa de síntomas depresivos o de efectos colaterales que viene a mermar la calidad de vida de los pacientes.

Debemos tener claro que no existe ningún motivo por el cual una persona de 75 años no deba esperar la felicidad, al igual que un joven de 25. Ante este panorama es que se presenta el primer desafío dentro de la Psiquiatría Geriátrica y la Psicogeriatría: el formar conciencia de que sí vale la pena consultar por una adecuada salud mental, tanto en los familiares como en los mismos pacientes.

Esta es una edad en que muchos familiares y amistades ya pueden haber fallecido, y a veces los pacientes llevan a cuesta un gran número de duelos no elaborados, sumados al cambio en las capacidades y apariencia físicas, lo cual también implica un trabajo de duelo: llorar las pérdidas, aceptar el cambio y rearmar la vida frente a una nueva realidad incluyendo el pasado de aptitudes y capacidades diferentes. Por ejemplo, hay personalidades más narcisistas para quienes la vejez es muy mal tolerada, llegando incluso a resultados catastróficos cuando esto no es elaborado de una forma más adaptativa, como en los lamentables casos de suicidios consumados.

Los duelos mal elaborados, las patologías físicas, la merma en la capacidad adquisitiva, la ausencia de un rol laboral y la polifarmacia constituyen un conjunto de factores de riesgo para desarrollar depresión y otras patologías mentales.

El abordaje terapéutico es el mismo que para otras edades: incluye principalmente fármacos antidepresivos y/o  antipsicóticos y psicoterapia. Idealmente se debe trabajar en conjunto con el geriatra o médico de cabecera, a fin de optimizar la medicación según las patologías de base y minimizar los efectos colaterales, considerando que la Salud Mental tiene igual peso que la Salud Física.

Por: Dra. Macarena Gálvez, Médico Psiquiatra Adultos, Universidad de Chile. Es Directora Médica de la Unidad de Peritaje Clínico en Cetep Asociados. Publicada en Radio Agricultura