Se han triplicado las consultas de urgencias por lesiones autoinfligidas en adolescentes en Chile entre los años 2017 y 2022, pasando de 2.595 casos a 8.050, respectivamente. De acuerdo a datos entregados por el diario El Mercurio, las cifras de atención del programa de Salud Mental en adolescentes llegó a 1,3 millones, la más alta en los últimos seis años, y el 75,8% de esas atenciones por autolesiones son dadas a mujeres.
Por otro lado, la Organización Mundial de la Salud estima que 62 mil adolescentes fallecieron en el 2018 a causa de autolesiones, además señala que la mayoría de los problemas de Salud Mental inician a partir de los 14 años, pero la mayoría no se detecta ni se trata.
La Psicóloga de Grupo Cetep, María Jesús Lagos, afirma que: “Las autolesiones corresponden a conductas en que la persona se hace daño a sí mismo/a. En general estas conductas responden a mecanismos para bajar una emoción muy intensa cómo la rabia, ansiedad o angustia. Esto puede ser para buscar un factor distractor, cómo método de castigo o para sentir mayor control sobre su cuerpo”.
Adolescentes cómo grupo de riesgo
En Chile, de acuerdo a cifras entregadas por el Ministerio de la Salud en 2018, entre un 13% y un 23% de los adolescentes han reportado un episodio de autoagresión, y el 70% de estas conductas se relaciona con cortes en el cuerpo.
“Los adolescentes suelen ser bastante impulsivos, lo que los lleva a cometer acciones sin pensar las consecuencias. Además, se da el pensamiento dicotómico, en donde los jóvenes tienden a pensar en extremos, es todo o nada, lo que genera esta toma de decisiones drásticas. De igual manera, suelen tener emociones muy intensas que empiezan a aparecer de a poco y que son nuevas para ellos, por lo que no cuentan con un manejo adecuado o con total conocimiento de sí mismo para gestionar de manera saludable la emoción” aseguró la psicóloga.
Un dato preocupante para los especialistas son las zonas del cuerpo que ocupan los adolescentes cómo objeto de autolesiones,no solo antebrazos y muslos, sino también partes ocultas, cómo el abdomen y el tobillo.
¿Cómo prevenir estas conductas?
Estas conductas son prevenibles, no obstante, es importante reconocer que estas autolesiones hacen parte del espectro suicida, aunque su intención no sea la muerte, dado que atenta contra la integridad y pone en riesgo la vida de la persona. La comunicación abierta y validación de emoción ofrecen herramientas que permiten espacios de libre expresión de emociones, sin juicios. Permitirá una guía hacía la identificación, solución y gestión saludable de lo que ellos están sintiendo.
“Es fundamental que cuando estemos en presencia de una persona con autoagresiones derivar a un profesional de la Salud Mental (psicólogo o psiquiatra), y en caso de una lesión grave recurrir a un servicio de urgencias o algún servicio de enfermería.Es importante contener en momentos donde la persona se siente angustiada, mostrar interés y disposición para ver soluciones más saludables. En el marco social, jamás debemos juzgar o criticar a quién lo hace, si lo hacemos minimizamos e incluso nos burlamos y esto reforzará la conducta” afirmó la psicóloga.
Conversar de Salud Mental puede salvar vidas. Ten en cuenta que siempre puedes acudir a un especialista de Grupo Cetep o a un cercano y, así,visibilizar tus emociones.