Es totalmente normal sentir ansiedad y cierto nivel de angustia cada vez que enfrentamos alguna situación nueva o que consideramos importante. Estas sensaciones son “derivados” de la emoción básica de miedo, que nos sirve como un indicador de que “hay algo que nos importa mucho”.
La Prueba de Selección Universitaria es un hito importante en la vida de los adolescentes, ya que significa terminar la etapa escolar y empezar a proyectarse en términos profesionales, tomando decisiones más relevantes para el futuro. Desde esta perspectiva, las semanas previas a la rendición de la PSU pueden generar gran angustia en quienes rendirán este examen.
Sin embargo, muchos jóvenes no tienen la madurez suficiente para poder afrontar este periodo de una manera tranquila, y pueden presentar varios síntomas relacionados al estrés y al cansancio como la ansiedad, la angustia y trastornos del sueño. Algunas veces, éstos pueden requerir del manejo de un especialista, como un Psicólogo, Neurólogo o Psiquiatra, ya que el ritmo de trabajo de los estudiantes de cuarto medio tiende a cambiar radicalmente, llegando en algunos casos a bajar el rendimiento.
Por lo mismo, es fundamental analizar las expectativas y evaluar caso a caso, enfrentando este proceso de forma realista en relación al desempeño que se ha tenido con anterioridad.
Por lo tanto, se deben revisar cuáles van a ser las metas que se propondrán los jóvenes que rendirán la PSU, a qué carreras se está pensando optar, y ajustar las expectativas, ya que, por ejemplo, si un alumno de promedio cinco está pensando en ingresar a una carrera o universidad que requiere un alto puntaje debe tener claro que es una posibilidad muy lejana, lo que significará mayor presión y angustia. Esto no quiere decir que deje de intentarlo, pero sí que tal vez tenga que rendir la prueba nuevamente.
Algunos tips para enfrentar de mejor manera este proceso
- Es primordial no estar con una sobrecarga de quehaceres e intentar tener un cronograma de estudio lo más organizado posible, para así lograr rendir bien tanto en el colegio, como en el preuniversitario y en otras actividades.
- Se debe evitar llegar a un nivel de agotamiento muy alto, puesto que el ideal es estar descansado, tranquilo y con buena energía el día que se enfrentará la PSU. Además, no se debe dejar todo para el último minuto.
- También es importante comprender que el mismo día que se rinde la PSU siempre va a existir algún nivel de ansiedad o estrés, pero que es esperable.
- Los días previos a la prueba se debe descansar bien, estar tranquilos y alimentarse adecuadamente.
- Para concentrarse más, es ideal estudiar en un lugar sin muchos estímulos externos, ruidos ni interrupciones.
- Estudiar muchas horas seguidas no es un buen sistema, ya que la concentración después de una hora y media tiende a decaer. Se recomienda realizar pequeñas pausas durante el estudio.
- Es mejor continuar con las estrategias de aprendizaje implementadas anteriormente, y que sabemos que han tenido resultados positivos, en vez de empezar a innovar con nuevos métodos de estudio.
- Las expectativas deben adecuarse a la realidad del propio alumno para no generar frustración y mayor ansiedad al momento de rendir la prueba. No es 100% determinante, pero en general los resultados son el reflejo del promedio de notas del colegio y de los puntajes que se han sacado en los ensayos.
- Es prácticamente imposible enfrentarse a este proceso sin cierto grado de ansiedad, de hecho existe una ansiedad que puede ayudar y dar energía para estudiar y rendir este examen.
Recomendaciones a los padres
- En primer lugar es importante que los padres le demuestren confianza a sus hijos y plantearles que la PSU, pese a ser un paso importante en sus vidas, no es “de vida o muerte”.
- Los padres deben preocuparse además de que los hijos tengan la mayor tranquilidad posible para estudiar, que se alimenten y descansen bien.
- Lo que nunca deben hacer es presionarlos. Entablar conversaciones con los hijos respecto a sus aspiraciones y expectativas, resulta muy positivo para ayudarlos a orientarse.
- Tener cuidado con hacerles sentir que su cariño va a variar dependiendo de los resultados que se obtengan, pues esto genera más ansiedad y estrés, pudiendo incluso desencadenar una depresión o que se quede en blanco al momento de rendir la prueba.
- Evitar comparar los resultados de los ensayos o de la PSU del estudiante con los de otros hermanos o miembros de la familia, ya que añade más presión al proceso.